Transcurriendo el año 73 la familia Oyola vivia en los arrabales de la ciudad de Bs As, en el barrio de Balvanera. Eran comerciantes del rubro de las golosinas y tenias tres hijos, de los que solo trascendieron las iniciales: JR, JP y X. En el mes de enero la señora Oyola inesperadamente queda embarazada de un cuarto hijo y da a luz a un pequeño varoncito el 17 de octubre. Este acontecimiento es largamente festejado por la familia, de tradición peronista, quien es recibido por el mismisimo Gral Peron, presidente por entonces, y un asesor personal, poco conocido en esa época, el joven Alberto Fernandez.Asi como la vida de otros grandes, la de Federico (nombre del niño) se vio seguida desde un principio por la tragedia. En un complejo accidente que involucra a la linea de trenes Gral. Sarmiento, a una banda de ruiseñores, a 3 Fiat 128 y al gordo Bergara Leuman; los padres y los hermanos de Federico fallecen, y sólo X sobrevive quedando con grandes problemas neurológicos y uretrales. El joven níño se entera, si aquello puede entenderlo un retoño de 6 meses, del accidente de su familia, en la finca de sus abuelos, orcos éstos.Con las limitaciones propias de los orcos, Federico es criado en la finca hasta los 4 años, momento en que un caballero extraño llega al lugar y reclama ser, por voluntad del testamente del Señor Oyola, el legítimo del niño. Los abuelos no pueden contradecir esta afirmacion y entregan a Federico, no sin proferir algunos gruñidos.El tal caballero era John Lee Hooker, antigua socio y amigo del Señor Oyola, que cría hasta la mayoría de edad a federico, en su castillo de la localidad de Bernal. En un arrebato de narcicismo, John acude al Registro civil y cambia el nombre de su protegido por el de Robert Lee Hoker.La infancia de Robert pasa sin grandes sobresaltos, acude al colegio Nuestra Señora de las divinas Bifurcaciones, juega al bolamano en Bandfiels, pasa agradables tardes con su tio en Bernal Oeste, tiene su primeros amorios juveniles, siendo el que mantiene con Maria Isabel Quinteros el más importante y perdurable en su adolescencia. En uno de sus incursiones a los pastizales del Rio de la Plata, conoce casualmente a quien será su maestro tanto en la múscia con en la poesía. Se trata de Saul Bompland, el no tan famoso poeta de los camioneros. Quien volvía de cumplir un encargo de latas de arvejas a la ciudad de Trelew y se había desviado para remojar los pies en el rio.Luego de algunas conversaciones triviales, Saul comienza a tner agrado por ese joven de maneras afables y lo invita a Tres Arroyos, su ciudad natal, a formar parte de la Masa Intrancigente en la pulperia la Quinta Pata de la que tanto hablan las historias. El joven acepta, le anuncia a John, quien no reniega la idea, ya que considera que robert necesita los consejos de algunas grandes mentes. El adolecente pasa una temporada con Saul, quien lo adopta como pupilo, enseñandoles sutilesas del lenguaje y regalandole su primera guitarra.El poeta delega la enseñanza del instrumento a Marío Fuertes, guitarrista experto y padre de un niño que haría carrera en Colon de Santa Fe. Robert demuestras grandes cualidades, innatas quizas, y en menos de dos meses comienza a tocar para el publico, en algunas parrilladas o reuniones del Ateneo de la UCRI, fundado por Saul. Este queda maravillado de los avances de su pupilo, considera suficiente su preparacion y lo envía de vuelta a Bernal.Sumada a la tristeza de la separacion de tan magnifico maestro, Robert llega para encontra vacio el castillo, agobiado por las deudas a su protector y Maria Isabel casada con un hacendado, se suicida dos dias despues de su llegada.Suicidio en la desesperacion, Robert decide rehacer su vida y volver a la casa de su flia en Balvanera. Con 18 años (actualmente 2008, tiene 20) y sin mucho recursos, no encuentra otro consuelo que el Jack Daniels y el te de nuez moscada...
Dejando vicios de lado, se uniría a un prospero grupo de Rock and Roll mas delante...